¿Por qué mi hijo no hace contacto visual?
El contacto visual en el autismo representa una de las características más distintivas y a menudo malinterpretadas del trastorno del espectro autista (TEA). Mientras que para muchas personas el mantener la mirada con otros surge de forma natural y espontánea, para las personas con autismo esta acción puede generar una amplia gama de reacciones que van desde la incomodidad sensorial hasta el malestar físico intenso.
Los estudios han documentado que evitar el contacto visual puede manifestarse desde los primeros meses de vida, convirtiéndose en uno de los indicadores tempranos para identificar el autismo. Sin embargo, detrás de esta aparente simplicidad se esconde una realidad compleja que involucra aspectos neurológicos, sensoriales y de comunicación social únicos de cada persona en el espectro.
Entender esto es crucial. No solo para familiares y amigos, sino para maestros, compañeros de trabajo y la sociedad en general. El contacto visual reducido puede ser una señal temprana de autismo, pero no debería verse como una “falta” que hay que corregir, sino como una característica que necesita comprensión y apoyo.
Así que sigue leyendo este blog por ABA Centers of Puerto Rico, explicaremos por qué las personas con autismo evitan el contacto visual y cómo los padres y cuidadores pueden potenciar la comunicación social y las habilidades interpersonales de manera respetuosa.
¿Por Qué las Personas con Autismo Evitan el Contacto Visual?
Reacciones Adversas Físicas y Emocionales
Las personas neurodiversas frecuentemente describen el contacto visual en el autismo como una experiencia física y emocionalmente abrumadora. Según investigaciones, muchas personas experimentan ansiedad, pánico o miedo cuando mantienen la mirada con otra persona. Estos síntomas pueden acompañarse de manifestaciones físicas como mareos, dolor de cabeza, náuseas, temblores y sensación de sobrecalentamiento.

Un estudio publicado en PLOS ONE reveló testimonios donde las personas con autismo comparaban el contacto visual con “mirar directamente al sol” o describían la sensación como “recibir una descarga eléctrica”. Estas reacciones no son exageraciones, sino respuestas genuinas del sistema nervioso que experimenta una activación excesiva ante el estímulo visual.
Sobrecarga Sensorial y Dificultades de Integración
La comunicación social en el autismo se ve afectada significativamente por las dificultades en el procesamiento sensorial. Durante las conversaciones, muchas personas con autismo reportan incapacidad para procesar simultáneamente la información visual (expresiones faciales, contacto visual) y auditiva (palabras, tono de voz). Esta sobrecarga sensorial genera que deban “elegir” entre mirar a los ojos o escuchar atentamente, pero no pueden hacer ambas cosas al mismo tiempo.
Esta particularidad explica por qué algunas personas con autismo pueden parecer desatentas cuando miran hacia otro lado durante una conversación, cuando en realidad están concentrándose intensamente en comprender el mensaje verbal.
Dificultades en la Interpretación de Señales Sociales
Las habilidades sociales en el autismo incluyen la capacidad de interpretar correctamente las señales no verbales que se transmiten a través de los ojos y las expresiones faciales.
Para muchas personas con autismo, los ojos no proporcionan la información social intuitiva que otros extraen naturalmente. Pueden ver que existe comunicación a través de la mirada, pero no logran descifrar qué se está comunicando específicamente.
Esta dificultad puede generar confusión sobre las normas sociales del contacto visual: cuándo es apropiado, durante cuánto tiempo mantenerlo y cómo interpretar diferentes tipos de miradas en diversos contextos sociales. En otras palabras, para las personas con autismo esto puede generar confusión sobre cuándo y cómo mantener el contacto visual, afectando la comunicación social en diferentes contextos.
El Impacto del Contacto Visual en la Comunicación Social y las Habilidades Diarias
Las particularidades propias del contacto visual en el autismo pueden determinar cómo se interpretan las interacciones de personas con autismo y los retos que deben afrontar de cara a sus habilidades sociales. Por ejemplo:
- En una entrevista de trabajo, no mirar a los ojos puede interpretarse como inseguridad.
- En una conversación personal, alguien podría pensar que no hay interés.
- En un salón de clases, un maestro podría creer que el alumno no está prestando atención.
Estos juicios no consideran que, para algunas personas, evitar la mirada es una manera de poder interactuar mejor. Por eso, aprender estrategias para manejar esas situaciones, cuando la persona lo desee y le sea útil, puede marcar una gran diferencia.
Contacto Visual Reducido como Posible Señal Temprana de Autismo
En bebés y niños pequeños, la ausencia o poca frecuencia del contacto visual puede llamar la atención de padres y cuidadores. Aunque evitar el contacto no es un diagnóstico, sí puede ser una pieza importante del rompecabezas cuando se evalúa el desarrollo.
Un estudio por Research in Autism Spectrum Disorders destacó que algunos niños que más tarde son diagnosticados con autismo presentan menos interés en mirar rostros desde muy pequeños. Sin embargo, la interpretación debe ser cuidadosa: un niño puede estar conectando con su entorno de otras formas igual de válidas.
Observar atentamente y realizar evaluaciones periódicas por un profesional son las herramientas para saber si es momento de buscar apoyo. Y, sobre todo, hay que recordar que la meta nunca es “forzar” el contacto visual, sino comprender la forma de comunicación social del niño.
Estrategias Prácticas Para Familias
Las familias pueden implementar varias estrategias para apoyar el desarrollo de habilidades de contacto visual de manera respetuosa:
- Reducir la Presión: Evita insistir en el contacto visual durante momentos de estrés o cuando el niño está procesando información compleja.
- Ofrecer Alternativas: Acepta formas alternativas de demostrar atención, como orientar el cuerpo hacia la persona que está hablando o responder verbalmente.
- Modelar la Paciencia: Demuestra que las conversaciones pueden ser exitosas independientemente del nivel de contacto visual.
- Crear Oportunidades Positivas: Utiliza las actividades preferidas para practicar breves momentos de contacto visual en contextos agradables.
Cómo la Terapia ABA Mejora la Comunicación Social
La terapia ABA (Análisis del Comportamiento Aplicado) aborda las dificultades con el contacto visual desde una perspectiva que respeta las necesidades individuales de cada persona. En lugar de forzar el contacto visual en el autismo, los profesionales de ABA utilizan estrategias graduales que permiten que la persona desarrolle comodidad progresiva con esta habilidad social.
Por ejemplo, Si un adolescente quiere prepararse para entrevistas laborales, se pueden trabajar formas de contacto visual en el autismo que sean breves, naturales y cómodas. Todo adaptado a su nivel de tolerancia, sin generar estrés innecesario.
El objetivo no es eliminar las características del autismo, sino proporcionar herramientas y estrategias que mejoren la comunicación social y la calidad de vida. Los terapeutas trabajan para hacer que las experiencias de contacto visual sean más manejables y menos aversivas.

Avanzando Hacia una Sociedad Más Inclusiva
El verdadero progreso en el apoyo a personas con autismo requiere un cambio en las perspectivas sociales sobre la comunicación y las expectativas interpersonales. Esto incluye reconocer que existen múltiples formas válidas de demostrar atención, respeto e interés en las interacciones sociales.
La comprensión del contacto visual en el autismo representa solo un aspecto de un enfoque más amplio hacia la inclusión y el apoyo. Cuando las familias, los profesionales y las comunidades trabajan juntos con comprensión, respeto y evidencia científica, pueden crear oportunidades significativas para que las personas con autismo desarrollen sus habilidades sociales mientras mantienen su autenticidad y bienestar.
En ABA Centers of Puerto Rico Apoyamos las Habilidades Sociales
En ABA Centers of Puerto Rico creemos que las habilidades sociales crecen de verdad cuando se practican en entornos reales. Por eso organizamos eventos sociales y encuentros comunitarios donde niños, adolescentes y familias comparten, juegan y se apoyan mutuamente.
Estos espacios permiten:
- Relacionarse sin la presión de cumplir expectativas sociales rígidas.
- Conocer a otras familias que viven experiencias similares.
- Ganar confianza y sentido de pertenencia.
La terapia ABA se convierte así en una experiencia más amplia, que no termina al salir de una sesión. Si quieres saber el impacto de la terapia ABA para tu ser querido con autismo, llámanos al (877) 734-9222 o agenda una cita con un especialista para verificar los beneficios de tu plan médico.